Las turbulencias en China agudizan la volatilidad del petróleo
El barril de petróleo Brent cayó en el mercado de Londres por debajo de los 33 dólares el barril por vez primera desde abril de 2004.
Las turbulencias financieras que atraviesa China agudizaron la volatilidad del precio del petróleo, que cayó en el mercado de Londres por debajo de los 33 dólares el barril por vez primera desde abril de 2004 antes de recuperar algo de terreno al término de la sesión.
La debilidad en algunos indicadores económicos del gigante asiático y los estragos en sus principales bolsas han añadido presión al mercado del crudo, saturado desde hace año y medio ante la imposibilidad de dar salida al exceso de producción global.
El barril de Brent, de referencia en Europa, cerró la sesión en 33,75 dólares, un 10,99 % por debajo de la apertura del lunes, y el Texas (WTI) estadounidense terminó en 33,27 dólares, con una caída del 11,44 % en cuatro días, mientras que los analistas continúan sin ver signos de recuperación.
"Tal como están las cosas, creo que hay potencial para nuevas caídas, quizás hasta los 25 dólares el barril", dice Michael Hewson, analista jefe de la firma británica CMC Markets.
Los mercados temen que un frenazo en el crecimiento chino afecte a las importaciones del segundo consumidor mundial de crudo, si bien Hewson advierte de que no se conocerá el alcance de ese posible impacto en la demanda hasta que Pekín publique este mes sus cifras oficiales de crecimiento.
"El problema con la economía china es que nadie sabe realmente cuál es la situación", considera el analista, que ve cifras macroeconómicas "completamente contradictorias" y señala: "es prematuro pensar que su economía se está ralentizando más de lo que ya sabíamos en diciembre".
A ese escenario de incertidumbre se han sumado esta semana las tensiones entre Arabia Saudí e Irán, avivadas por la ejecución de un clérigo chií saudí, que han complicado las posibilidades de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acuerde medidas para frenar la sangría de los precios del crudo.
"Ante ese conflicto, ninguna de las dos partes va a querer ayudar a la otra, por lo que un acuerdo en el seno de la OPEP es mucho menos probable", según Hewson.
Teherán, uno de los mayores productores de la organización, prepara su regreso a los mercados internacionales del petróleo en 2016, en cuanto se levanten las sanciones internacionales por su programa nuclear, por lo que maniobra para tratar de impulsar al alza los precios.
Riad, que ha impuesto su visión en los últimos tiempos, es partidaria en cambio de mantener la tasa común de producción invariable, por encima de los 30 millones de barriles diarios, para castigar a la naciente industria del esquisto estadounidense.
"Esta es una batalla por la cuota de mercado y ninguna de las partes va a querer ceder. No veo que en este momento haya ninguna gana en absoluto de acordar un recorte en la producción", comenta Hewson.
Si la OPEP continúa sin dar su brazo a torcer, los analistas contemplan la posibilidad de que el nivel de producción global acabe descendiendo por sí mismo, al verse afectado por la reducción en las inversiones que ha provocado la caída de los precios.
Sin signos visibles de que ese escenario vaya a darse a corto plazo, también calculan que un aumento repentino de las tensiones en Oriente Medio podría extender los temores a un corte de suministro y empujar los precios al alza.
El exceso de bombeo ha hecho que las reservas de petróleo de la mayoría de los países hayan alcanzado máximos históricos, lo que frena las importaciones y lastra asimismo los precios.
La situación es especialmente acuciante en Estados Unidos, donde los tanques de crudo acumulan 482,3 millones de barriles, un nivel no visto en los últimos 80 años.
La rebaja de las previsiones de crecimiento global por parte del Banco Mundial (del 2,9 % en 2016, según su último informe) y la perspectiva de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de que el crecimiento de la demanda de crudo se frenará este año han contribuido también a mantener a la baja los precios del petróleo.
EFE